Antología de textos de Manuel Sacristán sobre Friedrich Engels (1820-1895)

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Trabajadores:

             A vosotros dedico una obra en la que he intentado poner ante mis conciudadanos alemanes una fiel pintura de vuestra situación, de vuestros
sufrimientos y luchas, de vuestras esperanzas y perspectivas. He vivido bastante entre vosotros, para conocer algo de vuestra condición; a vuestro conocimiento he dedicado mi mayor solicitud, he estudiado, cuanto que me fue posible, los varios documentos oficiales y no oficiales; no me contenté con esto; más que el conocimiento abstracto de mi asunto, sentí la necesidad de veros en vuestras mismas casas, de observaros en vuestra vida cotidiana, de charlar con vosotros respecto a vuestras condiciones de vida y sufrimiento, de asistir a vuestras luchas contra el poder político y social de vuestros opresores. He hecho así: abandoné la compañía, los convites, el vino de oporto y el champaña de las clases medias, y he dedicado mis horas de ocio, casi exclusivamente, a establecer relación con simples trabajadores. Estoy contento y orgulloso de haberlo hecho así. Contento, porque así dediqué horas felices a conocer la realidad de la vida -muchas horas que de otro modo habrían estado ocupadas en discursos a la moda y etiquetas cansadoras-; orgulloso, porque de esta manera encuentro una oportunidad de hacer justicia a una clase de hombres oprimida y calumniada, los cuales, a pesar de sus posibles errores y de las desventajas de su condición, sin embargo, imponen respeto a todo el mundo, excepto al especulador inglés; orgulloso, también, porque de este modo estoy en situación de defender al pueblo inglés del desprestigio creciente en que ha caído en el continente, como necesaria consecuencia de la política brutalmente egoísta y de la conducta general de vuestra clase media de gobernante.           

Friedrich Engels, La situación de la clase obrera en Inglaterra

 

                         Muy probablemente [Engels] sintió -como quizás también Marx viejo- la imposibilidad de la tarea de Marx: destruir sociedad y ciencia de esa sociedad (genitivo objetivo) haciendo ciencia con los requisitos, etc. de esa sociedad, esto es, el “movimiento real”. Siempre se la anticuaban los datos, etc.

Nota de Manuel Sacristán a Rubel, Gallimard II, “Engels como editor del Capital”.