Introducción al Manifiesto de Ken Livingstone para Londres

INTRODUCCIÓN


Publicamos ahora un amplio resumen del Programa Municipal que Ken
El Rojo Livingstone, el Alcalde de Londres, presentaba a las elecciones municipales en el año 2000. Acompañamos unas notas introductorias y traducimos un capítulo del libro Rebelión con puño de Pietro Barcellona (Ed. Cittá Aperta, Abril 2002), dedicado a ésta experiencia londinense, que creemos pueda servir como ejemplo para el debate y la reflexión sobre como la izquierda hoy pueda intervenir, aquí y ahora, a favor de las gentes de abajo y frente a la globalización neoliberal y el fascismo, el racismo y la xenofobia, que se extienden entre las gentes de a pie.

 

La experiencia del Gran Consejo de Londres y Ken el Rojo Livingstone.

Ken Livingstone, Ken el Rojo, es desde el año 2000 el nuevo alcalde de Londres. En los años setenta trabajó como técnico en el Instituto de Investigación del cáncer de Chester Beatty en Londres. Entre 1974 y 1986 fue miembro de la ejecutiva regional del Partido Laborista y desarrolló tareas municipales . Entre 1987 y 1989 fue miembro del Comité Ejecutivo del Partido Laborista. A primeros de los años 80, Livingstone, se hace muy popular con su gestión a la cabeza del Greater London Council (GLC)Gran Consejo de Londres – órgano rector de los 32 municipios londinenses, impulsando una política de igualdad de oportunidades y la oposición a toda discriminación racial o sexual. Allí se formó la llamada Rainbow coalition– coalición Arco Iris – compuesta por diferentes minorías (gays, negros, asiáticos, etc) cuyas reivindicaciones apoyó activamente para escándalo de la prensa de la época. Se pusieron en práctica iniciativas muy interesantes a nivel económico, ecológico y social. Así se consiguió reducir en un 32% el altísimo coste del transporte público de Londres, el uso del coche privado disminuyó en un 15%, descongestionándose el tráfico y alcanzando mejoras en la contaminación del aire. Sonados fueron el plantón que le dio a la reina cuando fue invitado a tomar el té en el Palacio de Buckingham o su propuesta de declaración de Londres como zona no nuclear. En aquellos tiempos la revista Alfoz publicaba una entrevista, en castellano, con Ken Livingstone, que fue útil para los debates y las propuestas de la Asamblea Local de IU de Jaén a comienzos de los años 90.

Y en eso llegó la Dama de Hierro

En 1986 la alcaldía de Londres fue eliminada por Margaret Thatcher, debido a que Ken Livingstone (elegido alcalde en 1981) se había transformado en uno de los más enérgicos opositores al thatcherismo y uno de los lideres más importantes del ala izquierda del laborismo británico. Apoyó la histórica huelga de los mineros contra Thatcher e impidió numerosos desalojos de familias trabajadoras.

En los últimos veinte años, bajo los conservadores, primero, y los laboristas, después, Londres ha acentuado su condición de centro financiero y turístico, ha florecido una ciudad parasitaria alimentada por la especulación inmobiliaria. Se cerraron numerosas fábricas y el puerto; se perdieron un millón de puestos de trabajo en la industria; la tasa de desempleo duplica el promedio nacional; la población trabajadora se ha empobrecido brutalmente (un tercio de las familias de Londres recibe alguna forma de ayuda social; hay 55.000 personas sin techo en la ciudad).

Ken Livingstone y Tony Blair

En 1997, cuando los laboristas volvieron al poder después de 18 años, prometieron someter a referéndum el asunto de la alcaldía de Londres. La consulta se realizó en mayo de 1998 y fue favorable en un 72%. Desde entonces la campaña por la jefatura y los 25 puestos del Consejo del Gran Londres acaparó el interés de todos los sectores políticos del país.

Durante 1999, aunque las encuestas daban como favorito a Livigstone, Tony Blair apostó por Frank Dobson, ex ministro de salud, ya que Ken el Rojo era un firme opositor a la denominada Tercera Vía de Blair. En febrero se realizaron finalmente las elecciones internas. El ganador fue Dobson, quien capitalizó el apoyo de nueva dirección de Blair, obteniendo cerca de dos puntos de ventaja sobre Livingstone. En el mes de marzo, Ken Livingstone hizo el anuncio oficial de su presentación a la alcaldía de Londres como candidato independiente y un mes después fue expulsado del Partido Laborista.

En el año 2000 se celebraron las elecciones locales y Ken Livingstone arrasó (sacó treinta puntos de diferencia al segundo candidato, el conservador), convirtiéndose en uno de los políticos occidentales con más apoyo y voto popular. Tony Blair consiguió una de sus grandes y humillantes derrotas. Sigo teniendo la misma opinión de él– comentó- y no voy a permitir su regreso al Partido Laborista, lo único que puedo decir es que intentaré que las cosas funcionen para bien de Londres y sus habitantes. Tony Blair sabe lo que dice, ya que las competencias y el presupuesto atribuido al Consejo de Londres es muy inferior al que tenía en la década de los ochenta. Tony Blair se ha encargado de impedir que se pueda volver a dar aquella situación. Ahora su presupuesto es de 3,600 millones de libras y tendrá sólo 400 empleados, unos 20.000 menos de los que llegó a tener a comienzos de los ochenta.

Ken el Rojo, un alcalde pícaro, simpático, alternativo y caradura.

Ken Livingstone, que con anterioridad editaba un boletín de economía socialista y fue vicepresidente de la sociedad zoológica de Londres, sigue siendo, a ojos de la prensa, una especie de pícaro, simpático, alternativo y caradura, un opositor a las grandes maquinarias del poder. Apoyó al movimiento de Seattle y a los movimientos alternativos de Gran Bretaña. Las elecciones del 2000 demostraban que los obreros y los desempleados de Londres y una parte de su clase media habían votado contra una ciudad de especuladores y banqueros, un amor incondicional por Ken y una popularidad – como subrayó la prensa- entre los londinenses, que no conoce fronteras ideológicas: a pesar de sus credenciales de izquierda, los conservadores de la capital lo prefieren al candidato conservador.

El texto que publicamos ( que hemos traducido del italiano, ya que el texto disponible en castellano era de una traducción automática difícil de leer y que se puede ver en www.livingstoneforlondon.org.uk, una página web abierta durante la campaña electoral en apoyo de Ken) constituye un documento de amplios extractos del Programa Municipal que Ken Livigstone.

Londres, la ciudad del mundo.

En el pasado mes de Abril, Ken El Rojo Livingstone, anunció la intención de hacer estable y consolidar la relación ya intensa con el mundo de la música. Ken, después de haber financiado los proyectos de educación y de elaboración musical para los jóvenes de las periferias, ha decidido ir más allá y proyectar el transformar Londres en la cuna mundial de la música, de las artes y de las industrias creativas, con el apoyo de un elenco impresionante de artistas. En la base de todo está la idea de fondo de su programa electoral: junto a la lucha contra la privatización de los servicios ( Tony Blair apuesta por la privatización parcial del metro) y la defensa de los espacios públicos de la ciudad, está la creatividad cultural y su capacidad de hablar con muchas lenguas que puede alimentar el renacimiento social y civil de la ciudad.

El pasado mes de junio, Livingstone, presentaba el plan de desarrollo para la ciudad de Londres en ocho idiomas y pedía a los ciudadanos modificaciones, comentarios y sugerencias hasta el 30 de septiembre. El Plan se estructura sobre tres ideas fuerza: situar a Londres como una ciudad con un fuerte crecimiento económico, diversificado y de largo alcance; que debe regirse por el principio de inclusión para ofrecer a todos los londinenses la oportunidad de beneficiarse del éxito futuro y, finalmente, un uso más adecuado del medio ambiente y los recursos. Sobre estos tres conceptos clave el alcalde de Londres piensa en un desarrollo (para los próximos quince años) que prevea, entre otras cosas, una seria reestructuración de la línea ferroviaria, la construcción de 139 nuevas escuelas y de casi medio millón de puestos de trabajo, una nueva estrategia turística. El proyecto presentado ha sido fruto de dos años de trabajo y de consultas. El desarrollo de una ciudad– escribe Livingstone en la introducción al plan de desarrollo- debe ser siempre el fruto de una visión clara y coherente. Durante mucho tiempo la ausencia de tal visión ha producido un crecimiento no coordinado y no controlado de la ciudad Londres está explotando. Hay más puestos de trabajo, más habitantes (y se calcula que en el año 2016 Londres tenga alrededor de ocho millones de habitantes, medio millón más que en la actualidad ), más edificios. A ello le sigue un estancamiento tangible de la ciudad, cuyas infraestructuras físicas y sociales están literalmente colapsando. La polarización de la riqueza y de la calidad de vida concierne sólo a una parte de la población. Los pobres son cada vez más pobres y marginados. Así, propone la construcción de 23.000 nuevas viviendas al año, de las que diez mil serán destinadas a los residentes con ingresos bajos. Por otro lado, teniendo en cuenta que en los próximos quince años casi el 80% de los nuevos trabajadores serán de origen africano o pertenecerán a minorías étnicas, Livingstone propone transformar Londres en la capital mundial de la multietnicidad y la capital de los transportes públicos eficaces y eficientes. Hace algunos meses presentaba el Plan de racionalización e integración del servicio de autobuses: miles de unidades nuevas, decenas de nuevos trayectos y nuevas paradas. Todo para intentar reducir el 15% del tráfico de la capital en los días de fiesta. El Plan para Londres contempla también la apertura de nuevas unidades de enlaces ferroviarios internos y el carácter público de los enlaces con los aeropuertos, puertos y estaciones de ferrocarril que conectan a Londres con el resto de Europa.

Durante el mes de Agosto, la Alta Corte inglesa aprobaba la propuesta del alcalde de Londres de obligar al pago de 5 libras esterlinas (unos 7 euros) a quien quiera llegar en coche a Westminster, el centro de Londres. Una medida que ha generado un gran debate y que, en el marco del 134 Congreso de las TUC (Trade Union Congress, el organismo que une a todas las categorías sindicales de Inglaterra) en Blackpool B que por cierto, ha supuesto un giro a la izquierda y contrario a la guerra y a las políticas neoliberales de Blair-, Ken Livingstone ha señalado que si no da los resultados esperados se anula.

 

Ken El Rojo a la búsqueda del tercer mandato en mayo de 2008
 

Las próximas elecciones para elegir Alcalde de Londres son en el mes de mayo. Serán muy duras. En la actualidad, Ken Livingstone, está en el ojo del huracán mediático. Recientemente, el miercoles 21de enero de 2008, la red televisiva Channel 4, en su programa «Dispatches» que dirige Martin Bright (editor del diario New Stateman), emitía un balance de los ocho años de gobierno de Ken, cuestionando la eficacia de las medidas llevadas a cabo en torno al tráfico en Londres (la congestion charge ), los gastos de sus viajes como Alcalde, hasta acusarlo de utilizar fondos públicos municipales en su campaña electoral actual. Igualmente se arremete contra el núcleo de consejeros de Ken pertenecientes al grupo troskista Socialist Action, que pretenderían -se dijo- de «transformar Londres en una ciudad-Estado socialista» o construir una relación privilegiada entre Livigstone y Chavez. Incluso, se llegaba a aseverar sobre la alta tasa de alcoholemia superior a la media de los componentes del Gran Consejo de Londres, el organismo que preside Ken. Fueron vanos los intentos de Ken de que se propiciara un debate participado en dicha emisión. El periodista autor del dossier que ha servido de base para la emisión televisiva manifestó escribiendo en el diario London Eveling Standard, opuesto radicalmente a Ken «El Rojo», que se sentía «en la obligación de poner en guardia al electorado, por que el voto a Livingstone es un voto a un chulo cobarde que no es digno de guiar a nuestra gran ciudad». Según la prensa británica esta es la campaña más dura que Ken debe afrontar.

En estos ocho años de mandato de Livingstone se nota que Londres es una ciudad más vivible desde el punto de vista medioambiental. Las campañas de sensibilización para el uso de los transportes públicos, alimentados con hidrógeno o eléctricos, parece que funcionan. Siguen siendo muy caros, en comparación con la media europea, también debido a la conversión de la euroesterlina. Según datos de la oficina de Ken, en el último año Londres ha registrado un número record de turistas, que debería aumentar claramente con ocasión de las olimpiadas del 2012.

La sensibilidad mostrada por el Alcalde en la diversidad cultural y religiosa, como se ha visto con multitud de iniciativas ciudadanas entre las que destaca la celebración del fin del Ramadán en Trafalgar Square, se neutralizan con otros episodios controvertidos en los que ha sido protagonista. Como cuando fue suspendido durante cuatro semanas en 2006 de las funciones de Alcalde por haber insultado al periodista hebreo Oliver Finegold del Evening Standard. «¿Qué hacías antes, criminal de guerra?», fue la invectiva de Ken contra el periodista que había montado una «campaña de odio» contra él. Finegold le señaló que él era hebreo y Livingston replicó: «¿Has trabajado alguna vez como guardia de un campo de concentración?».

En otros lances Ken ha salido victorioso. Por ejemplo, en el las palomas de Trafalgar Square, «ratas con alas» según el Alcalde. Despues de que prohibiera echarle migas de pan las palomas están muriendo de hambre. Livingstone ha sido «vetado de por vida» en los aviones de la compañía Silverjet por haber dicho que un vuelo entre Londres y New York «había sido el peor de su vida».

La partida electoral está abierta.

 

Fco. Javier Aguilera

La exigencia de un programa mínimo: el caso de Ken el Rojo (págs. 24, 25 y 26 del libro de Pietro Barcellona Rebelión con puño en la crisis de la izquierda Editorial Città Aperta. 2002).

Entre avances de la coalición y retroceso de los partidos, los científicos de la política (de izquierda) disertan sobre sistemas electorales; por el contrario, Ken el rojo, el comodín de la política europea que hace palidecer a Blair y conquista Londres, habla de personas y hechos concretos.

El problema está en gran parte aquí: Las élites de la izquierda italiana (y no solamente) siguen discutiendo de modelos abstractos y sistemas políticos racionales; el nuevo alcalde de Londres cosecha en todo el campo de sus adversarios de derecha y de izquierda, dirigiéndose directamente al pueblo londinense con una serie de propuestas concretas, poniendo en el centro de su discurso la vida cotidiana, presente y futura, de los habitantes de su ciudad. Transportes y tráfico urbano, salud pública y asistencia sanitaria a mujeres, niños y ancianos, trabajo y vivienda suficientes, participación democrática en las decisiones colectivas, unidas a un relanzamiento de la identidad de Londres como gran Capital Europea, son cosas de las que las elites que se apasionan con los sistemas mayoritarios y los proporcionales normalmente no se ocupan. Si tuviera que resumir en una idea fuerte la receta de Ken diría que sus ingredientes son concreción, participación y orgullo (es decir, existencia material, protagonismo social y pasión política).

La izquierda europea sigue presentándose a su propio electorado como un Consejo de Facultad a los estudiantes rebeldes que exigen infraestructuras, locales para las aulas, comedores, espacios para las actividades deportivas, sin apreciar las <<extraordinarias bellezas>> de las valoraciones en vivo. La izquierda no entiende ya lo que es la política en caliente, esto es, la relación con las emociones y los estados de ánimo populares y con las necesidades de identidad y pertenencia; y siguiendo así no podrá más que seguir perdiendo. La verdad del caso <<Ken el Rojo>> es que en la época de la globalización los habitantes de las ciudades europeas sufren un doble sufrimiento: viven materialmente mal -caos urbano, carencia de servicios e infraestructuras, ausencia de trabajo, etc.- y no consiguen ni tan siquiera consolarse con el prestigio público de sus municipios.

Las crisis de las identidades nacionales no ha encontrado equivalente en la identidad europea (la cual aparece sólo como un asunto de banqueros) y las condiciones de vida no han conseguido algún beneficio del incremento de competencias del Parlamento Europeo, que parece cada vez más una tribuna oratoria y no una institución política capaz de gobernar los grandes problemas del nuevo milenio.

Solamente se piensa que para defender la moneda europea de los asaltos del dólar se necesitan ajustes estructurales del sistema de previsión y otros recortes del gasto social y, por ello, se aconseja a los pueblos europeos que acepten los desafíos de la competitividad global que exige flexibilidad laboral y grandes conocimientos telemáticos. Es indicativo de un déficit de inteligencia política continuar tratando a los pueblos como una multitud infantil bajo la atenta tutela de los gobernantes iluminados y no advertir que las relaciones entre los pueblos, entendidos concretamente como asentamientos humanos en territorios definidos, y las instituciones políticas es el tema irresuelto de las culturas y las teorías neoliberales.

Cuando Mosse escribía que la política moderna no ha resuelto el problema de la nacionalización de las masas, esto es, de la relación entre pueblo e instituciones políticas, los peligros inminentes eran el fascismo y el comunismo. Hoy se trata de exorcizar el populismo que parece amenazar la normalidad democrática de los moderados, a causa del uso despreocupado de los sentimiento populares que los demagogos del centro-derecha hacen de ellos.

Creo, al contrario, que cuando la democracia se reduce a los encuentros entre Parisi, Veltroni, Castagnetti, Mastella y Dini, cuando se teorizan partidos personales transformados en patrimonios privados de notables más o menos ilustrados, es inevitable que el protagonismo popular se exprese también de forma elemental. Ken el Rojo es un ejemplo de cómo es posible usar esta energía sin humillarla.